- 0 me gusta
- 48 visualizaciones
- 0 comentarios
Los lácteos contienen un azúcar llamado lactosa. La lactosa es el principal azúcar de la leche y sus derivados, ya sea leche de vaca o de otros animales.
La lactosa llega al intestino y se degrada gracias a la enzima lactasa. Al degradarse, da lugar a otros dos azúcares que son absorbidos en el intestino delgado; la glucosa y la galactosa. Los intolerantes a la lactosa no producen suficiente enzima lactasa, por lo que no pueden degradar la lactosa. Al no degradarse el intestino no lo puede absorber y aparecen los síntomas:
- Diarrea
- Dolor abdominal
- Distensión abdominal
- Flatulencias
Aunque los síntomas mencionados sean los más comunes, pueden variar dependiendo de la cantidad de lactosa que se ingiera y de porcentaje de enzima lactasa funcional que se tenga en el intestino.
La intolerancia a la lactasa puede aparecer desde el nacimiento, al haber una ausencia absoluta de dicha enzima. Sin embargo, también también se puede adquirir más adelante, a consecuencia de una enfermedad intestinal que reduce temporalmente la capacidad del organismo para producir la enzima. Se llama déficit de lactasa adquirido y es muy frecuente ya que se presenta en 1 de cada 3 adultos.
La intolerancia a la lactasa se sospecha cuando aparecen los síntomas mencionados anteriormente tras ingerir leche o sus derivados. Sin embargo, es recomendable confirmar la sospecha mediante pruebas diagnósticas.
El tratamiento de esta intolerancia consiste en la reducción o eliminación de ingesta de lactosa, dependiendo de la gravedad. Si hay diagnosticada una malabsorción de lactosa sin síntomas no será necesario reducir la ingesta de leche y derivados. Sin embargo, cuando haya un diagnóstico confirmado con cuadro de síntomas, se reducirá o eliminara la ingesta de lactosa. Asimismo, este tratamiento se puede complementar con la toma de la enzima lactasa exógena o con ingesta de lácteos sin lactosa.
Es muy importante cuidar el consumo oculto de lactosa que puede aparecer en algunos productos o medicamentos; ya que 1 de cada 5 medicamentos utiliza lactosa como excipiente.
¿Te ha quedado alguna duda? Consúltanos.
Comentarios (0)